jueves, 17 de marzo de 2016

Puede que haya dos tipos de personas, las que persiguen sus sueños y las que no.


Los sueños son esos que al pensarlos te quedas sin respiración imaginando que los alcanzas, son esos que te rondan a todas horas sin dejarte que los olvides, son esos que te sobresaltan ante una nueva posibilidad de conseguirlos.

Desde que tengo recuerdos he tenido sueños, siempre he deseado las cosas con tanta fuerza que estaba segura de alcanzarlas, pero un día muy pequeña recuerdo que fui a contarle a mi padre que algo que no me había salido bien y me dijo: "no te preocupes, si alguien ha podido llegar, tú también". Desde aquel día me agarré a esa frase como un faro en mi camino y ante cada dificultad o contratiempo la repetía en mi cabeza sin parar.

Me gusta soñar y el camino que hay que recorrer hasta alcanzar un sueño, los esfuerzos de comprometerte con él, las alegrías de ir avanzando en su búsqueda, los aprendizajes del recorrido y sobre todo me gusta mirar desde encima de mi sueño y ver cómo he cambiado desde el inicio hasta tenerlo.

Este proyecto educativo también es un sueño y todo el equipo que lo formamos queremos alcanzarlo, porque cuando estemos encima de él veremos a niños y niñas con su faro en el camino enfocados/as para conseguir sus metas y su felicidad esté donde esté.


Porque si alguien ha podido llegar, tú también puedes.

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